Proceso de potabilización del agua en España

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El agua es un recurso básico para la vida, y garantizar su acceso en condiciones óptimas de calidad es crucial para la salud pública. En España, el proceso de potabilización del agua permite transformar agua de fuentes naturales, que pueden estar contaminadas o contener impurezas, en agua apta para el consumo humano. Este representa un desafío logístico y técnico que involucra diversos tratamientos y tecnologías.

En qué consiste la potabilización del agua

La potabilización es el conjunto de procesos físicos, químicos y biológicos que permiten que el agua, que generalmente proviene de fuentes como ríos, embalses, acuíferos o agua desalada, se convierta en apta para el consumo humano. Estos procesos eliminan impurezas, microorganismos patógenos, residuos químicos y partículas sólidas que podrían poner en peligro la salud de las personas. En España, la potabilización del agua es fundamental, ya que no todas las zonas del país cuentan con acceso a fuentes naturales puras o tratadas, especialmente en regiones con climas más áridos o costeras.

Fases de la potabilización

El proceso de potabilización del agua en España sigue una serie de pasos estandarizados que varían ligeramente según las instalaciones y el tipo de agua que se trate. A continuación, describimos las fases clave:

Captación del agua bruta

La captación es la primera fase del proceso de potabilización, donde se extrae el agua de las fuentes naturales. Estas fuentes pueden ser ríos, embalses, lagos o acuíferos. La captación se realiza a través de canales, pozos o embalses, y su calidad depende de la fuente de origen. Por ejemplo, en los ríos, el agua puede contener sedimentos orgánicos e inorgánicos, lo que aumenta la necesidad de un tratamiento más intensivo.

Pretratamiento del agua

Una vez que el agua es captada, pasa a la fase de pretratamiento, donde se eliminan los sólidos más grandes que puedan estar presentes, como hojas, ramas, y sedimentos gruesos. Para esta tarea, se utilizan tamices y rejillas, que actúan como un primer filtro para evitar daños a los sistemas de bombeo.

El agua es sometida a una pre-desinfección, donde se aplican pequeñas cantidades de cloro o ozono para eliminar microorganismos y evitar la proliferación de bacterias durante el almacenamiento del agua antes de ser tratada.

Coagulación y floculación

En esta fase, se añaden productos químicos, conocidos como coagulantes, que provocan la aglutinación de pequeñas partículas suspendidas en el agua, formando flóculos. El sulfato de aluminio es el coagulante más utilizado, aunque también se pueden emplear sales de hierro.

Durante el proceso de coagulación, las partículas pequeñas, que no se pueden eliminar con el filtrado convencional, se agrupan para formar flóculos. Esto facilita la eliminación de impurezas en la siguiente fase. En la floculación, los flóculos formados se agitan a baja velocidad para favorecer su crecimiento. Este proceso puede durar entre 10 y 30 minutos y se realiza en tanques de floculación

En algunos casos, se utiliza polímero orgánico como floculante para mejorar la aglomeración de partículas.

Decantación

Una vez que los flóculos se han formado, el agua se pasa a grandes tanques de sedimentación donde, por gravedad, los flóculos caen al fondo del tanque, dejando el agua más limpia en la parte superior. Este proceso permite que la mayor parte de los sólidos suspendidos se eliminen.

Los tanques de sedimentación pueden ser de forma rectangular o circular. En algunas plantas, el proceso de sedimentación se mejora mediante la aplicación de floculadores mecánicos para acelerar el proceso. El tiempo que el agua pasa en estos tanques es clave para una sedimentación efectiva, y suele ser de 1 a 2 horas dependiendo de la carga de partículas suspendidas.

Filtración

La filtración es el proceso en el que el agua pasa a través de capas de arena o carbón activado para eliminar las impurezas más pequeñas que no han sido eliminadas en las fases anteriores. Esta etapa puede incluir filtros de carbón activo para eliminar compuestos orgánicos, como cloro residual o sustancias químicas que puedan afectar el sabor y olor del agua

En plantas grandes, los filtros pueden ser de tipo multi-capa, donde se combinan distintas capas de materiales como arena, grava y carbón para optimizar la eliminación de impurezas. La velocidad de filtración es de aproximadamente 5 a 10 metros por hora, lo que permite que el agua pase lentamente a través de las capas filtrantes.

Desinfección

La desinfección es el paso final para garantizar que el agua tratada esté libre de microorganismos patógenos. Durante esta fase, se añade cloro, ozono o radiación ultravioleta (UV) para destruir cualquier bacteria, virus o parásito restante.

El cloro es el desinfectante más comúnmente utilizado en las plantas potabilizadoras debido a su eficacia para destruir patógenos. Sin embargo, el ozono es más eficaz en la eliminación de sustancias orgánicas y bacterias resistentes al cloro. Las plantas más modernas, como la ETAP de Valencia, utilizan sistemas de desinfección por UV para eliminar microorganismos sin alterar la composición química del agua.

Almacenamiento y distribución del agua potable

Una vez que el agua ha sido tratada y desinfectada, se almacena en depósitos o tanques de almacenamiento. Estos depósitos están protegidos para evitar la contaminación del agua tratada. Después, el agua es distribuida a través de una red de tuberías hacia los hogares, empresas e instalaciones públicas.

En ciudades grandes, como Madrid, el sistema de distribución incluye más de 17.000 kilómetros de tuberías, lo que garantiza que el agua llegue a todas las áreas urbanas y suburbanas de forma eficiente.

Principales plantas potabilizadoras en España

Existen numerosas plantas potabilizadoras en España, cada una con sus características y capacidad de tratamiento. Algunas de las más relevantes son:

  • ETAP de Colmenar Viejo (Madrid): Con una capacidad para tratar hasta 14.000 litros de agua por segundo, es la mayor planta potabilizadora de España y una de las más grandes de Europa. Esta planta abastece gran parte de la zona norte de Madrid.
  • ETAP de El Carambolo (Sevilla): Esta planta es una de las más importantes para Sevilla, ya que suministra agua potable a la ciudad desde el embalse de El Carambolo, utilizando procesos avanzados de coagulación, sedimentación y filtración.
  • ETAP de Sant Joan Despí (Barcelona): Esta planta trata el agua procedente del río Llobregat y suministra agua a parte de la región metropolitana de Barcelona.
  • Planta desaladora de Torrevieja (Alicante): Esta planta desaladora es un ejemplo de cómo se recurre a la desalinización del agua para garantizar el suministro en zonas costeras con escasez de recursos hídricos. Produce más de 80 hectómetros cúbicos de agua potable al año.
  • Planta desaladora de Marbella (Málaga): Situada en la costa mediterránea, esta planta produce hasta 20 hectómetros cúbicos de agua al año, abasteciendo principalmente a la Costa del Sol.
  • ETAP de Valencia: Esta planta abastece a la ciudad de Valencia y otras zonas aledañas. Utiliza tecnologías de última generación, incluidas la filtración avanzada y desinfección por ultravioleta.
  • Planta desaladora de Barcelona: Situada en la costa catalana, esta planta es fundamental para garantizar el suministro de agua en una de las ciudades más grandes del país, especialmente durante períodos de sequía.

El proceso de potabilización del agua en España es un conjunto de fases altamente técnicas que requieren la intervención de profesionales especializados y el uso de tecnologías avanzadas. A través de una red extensa de plantas potabilizadoras, España asegura el acceso de millones de personas a agua limpia y segura. Sin embargo, continuamente nos enfrentamos a retos en términos de sequías y sostenibilidad, lo que lleva a la implementación de soluciones innovadoras como la desalinización y la mejora de las infraestructuras existentes.