Qué son los Microplásticos y en qué nos afectan

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Pequeños, invisibles, pero omnipresentes. Así son los microplásticos, esas partículas diminutas que están en el agua que bebes, en el pescado que comes y, sí, probablemente, ya dentro de tu cuerpo. Quizá no te preocupaban antes, pero al terminar de leer esto, te aseguro que cambiarás de opinión.

Qué son los microplásticos

Son fragmentos de plástico tan pequeños que parecen inofensivos. Miden menos de 5 milímetros y vienen de todas partes: bolsas de plástico, botellas, ropa sintética, neumáticos, productos de belleza… La lista es interminable. No los ves, pero están ahí, en los océanos, en el agua potable y en la cadena alimenticia. Y lo peor: no desaparecen, porque el plástico tarda cientos de años en degradarse.

Microplásticos en el agua: El gran infiltrado

El agua debería ser pura, ¿no? Pues no lo es. Estudios han encontrado microplásticos en ríos, lagos, mares y hasta en el agua embotellada que compras creyendo que es más segura. Estos fragmentos llegan al agua de mil maneras: residuos mal gestionados, microfibras de la ropa al lavarse, partículas que se desprenden de los neumáticos en las carreteras… Y ahí están, flotando, mezclándose, infiltrándose.

Y claro, no se quedan solo en el agua. Los peces, moluscos y otros animales marinos los ingieren pensando que son alimento. Y adivina qué pasa después. Exacto, los microplásticos suben por la cadena alimenticia hasta llegar a tu plato.

Pescados con microplásticos

No es un mito ni una exageración. El pescado que cenas con orgullo puede estar cargado de microplásticos. Estudios han demostrado que moluscos, peces pequeños e incluso grandes depredadores tienen plástico en sus estómagos. ¿Por qué? Porque confunden estas partículas con plancton o simplemente no pueden evitar ingerirlas al filtrar agua para alimentarse.

Y antes de que digas: «Bueno, yo no como estómagos de pescado», piensa en esto. Aunque muchas de estas partículas no pasan al músculo que comes, algunas sí lo hacen. Y los químicos adheridos a esos plásticos son un boleto directo a tu organismo.

En qué nos afectan los microplásticos

Este es el quid de la cuestión. ¿Qué hacen esos plásticos diminutos cuando entran en tu cuerpo? Los científicos aún están investigando, pero ya hay pistas preocupantes:

  • Problemas en el sistema hormonal: Los microplásticos pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando tus hormonas y causando problemas de fertilidad, crecimiento e incluso cáncer.
  • Inflamación y daño celular: Las partículas pueden acumularse en tejidos y causar inflamación, algo que está relacionado con enfermedades crónicas.
  • Bioacumulación de toxinas: Los microplásticos no solo son plástico; son como esponjas que absorben pesticidas, metales pesados y otros químicos tóxicos. Al entrar en tu cuerpo, liberan estas sustancias, aumentando tu carga tóxica.
  • Impacto en la biodiversidad: No solo te afectan a ti. Los microplásticos están alterando ecosistemas completos, matando a especies marinas y reduciendo la biodiversidad.

Esto no es algo que puedas ignorar. Está en el agua que bebes, en los alimentos que comes y en el aire que respiras. Y no solo se trata de tu salud; también está en juego la salud del planeta. Cada vez que usas plástico, cada vez que tiras algo sin pensar, estás contribuyendo al problema.

Los microplásticos son un recordatorio de que nuestras acciones tienen consecuencias. No puedes eliminarlos de inmediato, pero puedes reducir tu contribución al problema. Usa menos plástico, recicla correctamente, apoya iniciativas para mejorar la gestión de residuos y elige productos más sostenibles.

Porque, al final, proteger el agua, los océanos y la vida marina es protegerte a ti mismo. Y créeme, ya es hora de que hagas algo y en Innoservis colaboramos a ello.